Los enterovirus son un género de virus de ARN de cadena sencilla de sentido positivo como material genético y no se replica usando ADN. Estos virus causan diversas enfermedades en el hombre y en animales. Se conocen 66 serotipos de enterovirus humanos, siendo el de poliomelitis el más conocido, pero no el más habitual.
Los Enterovirus afectan a millones de personas en todo el mundo cada año, encontrándose frecuentemente en las secreciones respiratorias y en las deposiciones de las personas infectadas. La mayoría de ellos se transmiten por la vía fecal-oral y/o por vía aérea y presentan una sintomatología muy diversa. Pueden provocar desde ligeras afecciones respiratorias, a fiebre, alteraciones neurológicas, meningitis, miocarditis o parálisis flácida aguda.
El enterovirus D68 es uno de los más frecuentes en la época primaveral, originando síntomas catarrales, con fiebre, tos, estornudos, dolor de garganta y abundantes mucosidad en las vías respiratorias. No existe ninguna vacuna para prevenir su infección ni se dispone de antivirales con los que tratarla Por lo general es suficiente con aplicar un tratamiento sintomático, orientado a paliar los síntomas.
Otros síntomas asociados con menos frecuencia al enterovirus D68 son sarpullido en la piel e inflamación del músculo cardiaco (miocarditis). También se han declarado algunos casos en los que la infección respiratoria se asocia a síntomas neurológicos y debilidad muscular progresiva, lo cual puede empeorar la evolución respiratoria al ser la respiración menos efectiva. Incluso se han dado algunos casos en los que se ha producido parálisis inexplicable en brazos y piernas. Afortunadamente estos casos mas graves son poco frecuentes y suelen tener una evolución favorable cuando son tratados con prontitud.
El grupo con más riesgo para adquirir esta enfermedad son los niños, especialmente los menores de tres años, y también los adolescentes. La población más vulnerable es aquella en el que hay, además, antecedentes de enfermedades respiratorias, como por ejemplo asma. También son mas susceptible los grupos de población con el sistema inmunitario débil (ancianos, personas con tratamiento contra el cáncer, personas con enfermedades cardiacas, embarazadas,…)
Las medidas de prevención recomendadas para evitar el contagio de enterovirus son:
- Lavarse a menudo las manos con agua y jabón, especialmente después de cambiar pañales.
- Los niños infectados deben utilizar un pañuelo para taparse nariz y boca al toser, evitando hacerlo con la mano.
- Evitar tocarse ojos, nariz y boca con las manos sin lavar.
- No dar besos, abrazos ni compartir vasos o utensilios con personas que están enfermas.
- Desinfectar superficies que se tocan con frecuencia, tales como juguetes y pomos de las puertas, especialmente si alguien está enfermo.
- Dado que las personas con asma tienen más alto de riesgo de sufrir cualquier tipo de enfermedad respiratoria, deben tomar su medicación de base y mantener el control de su enfermedad durante este tiempo.
Ante cualquier duda de posible exposición al virus, se aconseja acudir al medico o pediatra, porque un diagnóstico y tratamiento precoz puede mejorar notablemente el pronóstico.
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