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Las reacciones alérgicas ocasionadas por los tintes permanentes se debe a la presencia de parafenilendiamina (PPD). La PPD es una sustancia que se utiliza precisamente para lograr la coloración y se utiliza también para realizar tatuajes semipermannetes o para coloreas fibras industriales o plásticos y gomas.
Esta alergia se corresponde con una dermatitis de contacto, ya que no afectan a todo el organismo, solo allí donde toca. Dicho efecto se puede ver intensificado por otras sustancias irritantes presentes en la mezcla, como el amoniaco o el agua oxigenada.
Así, la PPD causa alergia en tanto que el amoniaco o el agua oxigenada causan irritación. Por ello, los tintes sin amoniaco son menos irritantes, pero no antialérgicos.
Si se utiliza henna, ésta debe ser de un origen reconocido y mostrar su composición, ya que pueden llegar a contener sustancias prohibidas como las sales de circonio. Además, normalmente contienen parafenilendiamina (PPD), la cual se emplea para acelerar el secado, mejorar la definición, y oscurecer su color rojizo.
El uso de PPD está prohibido en países como Alemania, Francia y Suecia, pero no en otros, ya que, de momento es el único compuesto conocido, de baja toxicidad, que permite obtener un color uniforme y que no se elimine con el lavado del pelo. Por otra parte, ésta está siendo sustituida por análogos de la anilina y sus derivados, tales como 2,5-diamino(hidroxietilbenceno y 2,5-diaminotolueno, tetraaminopirimidina y indoanilinas y indofenoles, o derivados de diaminopirazol para obtener colores rojos y violetas. Estas sustancias no estan libres de toxicidad y algunas de ellas, como las anilinas, son incluso más tóxicas que la PPD.
La legislación europea establece concentraciones máximas muy estrictas para el uso de esta sustancia en tintes. La concentración permitida máxima es del 6% y la etiqueta del producto debe señalar que "puede provocar reacciones alérgicas" y "no utilizar para teñir pestañas o cejas". El prospecto debe incluir además el modo en que se debe hacer, de forma previa a su uso, la prueba de sensibilidad cutánea.
Se aconseja seguir las instrucciones del fabricante para efectuar la prueba de sensibilidad. Esta consiste, generalmente, en aplicar una pequeña porción de la mezclar (una gota de tinte con una gota o dos de revelador) en la zona interior del brazo. Se deja durante 10-15 minutos y se lava bien para eliminarlo. La prueba será negativa si pasadas 24 horas no detectamos síntomas de enrojecimiento, inflamación, picor, erupciones. En caso de observar alguno de estos síntomas no se debe usar el producto para teñir el cabello.
Los síntomas más habituales de reacción alérgica son variables y van desde irritación de ojos, garganta y nariz, y picor del cuero cabelludo, con o sin enrojecimiento en las orejas, el cuello o el cuero cabelludo, y, en los casos más graves, aparecen ampollas que pueden romperse, liberando suero y dejando costras en la piel. Estas costras no deben arrancadas, ya que en este caso se originarán lesiones del cuero cabelludo. En otras ocasiones las costras dan paso a piel oscurecida y reseca que puede agrietarse. En algunas ocasiones la alergia se manifiesta como hinchazón. La hinchazón puede producirse en cualquier parte del cuerpo que haya estado en contacto con el tinte, siendo lo más habitual en ojos, orejas, cuello y ha veces en todo el rostro de la persona.
En muchas ocasiones, durante la aplicación del tinte o durante las horas posteriores, pueden originar picor del cuero cabelludo, de leve a moderado, sin otros síntomas significativos de irritación de la piel. En estos casos, la adición de azúcar a la mezcla del tinte puede ayudar a prevenir las molestias sin afectar a sus propiedades de coloración. A su vez, el azúcar evita la fijación del tinte a la piel y facilita la limpieza de la cabeza, al permitir eliminar los restos de la mezcla de coloración sin necesidad de frotar vigorosamente. La adición de azúcar deja también el pelo más suave.
Recomendaciones de uso para evitar problemas alérgicos:
- Usar colores claros (rubios) sin matices de color, libres de PPD, a fin de reducir el riesgo de alergias y evitar la aceleración en la caída del cabello.
- Adquirir productos acreditados, comprobando que lleva especificada su composición y datos del fabricante.
- Rechazar productos caducados, envases abiertos o que hayan sido expuestos a fuentes de calor o luz.
- Manipularlos con guantes y utilizarlos solo para colorear el cabello.
- Efectuar la prueba de sensibilidad, como mínimo, cada vez que se cambie de marca de tinte, incluso con productos sin amoniaco o naturales.
- Evitar que entren en contacto con los ojos y no aplicar en cuero cabelludo sensible o irritado.
- Para reducir el poder irritante de los componentes del tinte, adicionar y mezclar bien de 5 a 10 g de azúcar a la mezcla, antes de aplicar.
Ante una reacción alérgica, es posible tomar antihistamínicos para frenar el picor, pero no hay que esperar que aparezcan otros síntomas para acudir al médico ya que la dilación en su tratamiento puede empeorar el cuadro.
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